Seguro que has visto en más de una ocasión una etiqueta parecida a un código de barras en el lateral de la mesa de tu bar favorito, en el espejo de tu peluquería de confianza o en el folleto de algún anuncio callejero. Es lo que conocemos como código QR y, con la aceleración de la digitalización, especialmente desde la pandemia, se ha convertido en un elemento habitual que facilita la conexión entre el mundo físico y el digital. Una herramienta, sin duda, estratégica para marcas y empresas.
El consumidor actual es más autónomo, está hiperconectado y busca experiencias rápidas, útiles y sin fricciones. Por eso, en este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para aprovechar al máximo los códigos QR y por qué integrarlos en tu estrategia de marketing digital sí merece la pena.
El código QR (Quick Response) es una evolución del código de barras tradicional, que puede almacenar mucha más información y ser leído fácilmente por la mayoría de los dispositivos móviles. Hoy en día, basta con abrir la cámara del teléfono para escanearlo en segundos.
A diferencia de hace unos años, hoy, en España hay alrededor de 43 millones de personas con un smartphone capaz de leer códigos QR de forma nativa, sin necesidad de apps adicionales. Por lo que, las barreras técnicas que un día hubo han desaparecido casi por completo.
¿Y para qué se puede utilizar un QR? Sus aplicaciones prácticas son diversas y van desde redirigir a una URL, mostrar un mensaje, generar un contacto, abrir una app, lanzar una llamada o incluso realizar un pago. Y todo, en un solo escaneo.
Desde un punto de vista de marketing, esto supone una gran ventaja: permite activar una acción inmediata sin necesidad de escribir una dirección web, descargar una app o rellenar formularios en papel.
Lo interesante de los códigos QR en publicidad y marketing es la experiencia que ofreces al usuario tras el escaneo. Por eso, a continuación, te compartimos algunos ejemplos prácticos, que pueden servirte de inspiración para tu propia estrategia.
Los códigos QR pueden ser una vía directa para ofrecer descuentos, cupones o ventajas especiales. Funcionan muy bien en soportes físicos como anuncios impresos, envases de productos o publicidad exterior, donde facilitan el acceso a promociones sin pasos intermedios.
Situar un QR en catálogos, escaparates, folletos o incluso pantallas interactivas permite que el usuario acceda de forma inmediata a una landing page sobre tu producto o servicio. Es una forma eficaz de convertir la atención en acción, sin fricción.
Los códigos QR pueden ser la puerta de entrada a experiencias más inmersivas como pruebas virtuales de productos, visualización de modelos en 3D o simuladores. Esta aplicación es especialmente interesante en sectores como retail, cosmética o decoración.
En el entorno de hostelería y restauración, los códigos QR permiten digitalizar el menú, agilizar pedidos o integrar métodos de pago sin contacto. También pueden usarse para mostrar ingredientes, alérgenos o recomendaciones del chef.
Integrar códigos QR en packaging, envíos o materiales promocionales puede activar acciones en redes sociales, como participación en sorteos, acceso a contenido exclusivo o filtros interactivos. Una forma sencilla de generar engagement e incentivar el boca a boca.
Colocar un código QR en el punto de venta, el ticket o el empaque es una solución ágil para recoger valoraciones y sugerencias. Redirigir al editor de reseñas de Google, por ejemplo, te permitirá no solo obtener información útil para mejorar tus productos o servicios, sino también para posicionar mejor tu negocio en las búsquedas locales.
El código QR también puede actuar como guía. Redirigir a vídeos explicativos, instrucciones de uso, preguntas frecuentes o, incluso documentos descargables con contenido de valor, ayuda, por un lado, al usuario a tomar decisiones informadas y, a ti, para captar leads a través de una estrategia de lead magnet.
En el ámbito de los eventos, los códigos QR pueden ofrecer acceso a contenidos personalizados, menús, mapas, listas de invitados o, incluso, experiencias de realidad aumentada. También facilitan las inscripciones, el networking entre los asistentes o el check-in, entre otros.
Asignando diferentes códigos QR a cada soporte (folletos, envíos, anuncios digitales, emailings), puedes rastrear qué canal ha generado más escaneos. Esto te permitirá medir la eficacia de tus acciones y ajustar tu estrategia en tiempo real.
Los QR también pueden formar parte de dinámicas de gamificación. Desde sorteos hasta contenido desbloqueable o búsquedas del tesoro, su uso en campañas lúdicas puede aumentar la interacción y reforzar la conexión emocional con la marca.
El uso de QR en marketing no solo es una cuestión de innovación o estética. Bien utilizados, los beneficios son tangibles y medibles:
Hoy en día, generar un código QR eficaz no requiere de conocimientos técnicos. Las herramientas disponibles permiten no solo crear códigos escaneables, sino también personalizarlos visualmente, rastrear su rendimiento e integrarlos con otras plataformas de marketing.
Estas son solo algunas de las mejores opciones del mercado, aunque las opciones son diversas y adaptadas a las necesidades de cada situación: